SARS-CoV-2 y los postulados de Koch

18/07/2020

SARS-CoV-2 y los postulados de Koch

18 de julio de 2020

Está siendo fuente de debate si está o no científicamente demostrada la existencia del SARS-CoV-2 o si cumple los postulados de Koch, que explicaban la relación entre microorganismos y enfermedades. Los elaboró en el siglo XIX el médico y microbiólogo Robert Koch. Son cuatro y se pueden resumir de la siguiente forma:

  1. Un agente patógeno debe estar presente en los pacientes enfermos, pero no en personas sanas.
  2. A partir de un enfermo, el patógeno debe poder ser aislado y purificado en placas de cultivos celulares.
  3. La introducción del patógeno en una persona sana debe producir una enfermedad igual a aquella que sufría el paciente del que se extrajo el patógeno.
  4. Finalmente, si analizamos al nuevo enfermo, debe presentar exactamente el mismo patógeno.

Se está poniendo en duda la existencia del SARS-CoV-2 diciendo que la propia Organización Mundial de la Salud y los Centros para el Control de Enfermedades han expresado que el virus no cumple estos postulados. Uno de los argumentos utilizados provienen de este artículo, que identificó, en enero de 2020, al agente causante de unas neumonías atípicas en Wuhan. En él, se dice explícitamente: “Aunque nuestro estudio no cumple con todos los postulados de Koch, nuestros análisis evidencian la implicación del virus en el brote de Wuhan“. Analicemos esto en detalle.

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¿Por qué los investigadores dijeron que su estudio no cumplía con los postulados de Koch? Porque lo que hicieron fue analizar muestras de algunos pacientes con neumonía, aislaron un virus en cultivos celulares, secuenciaron su genoma y vieron que pertenecía a la familia de los coronavirus. Lo nombraron inicialmente 2019-nCoV, término que acabó sustituyéndose por el de SARS-CoV-2 más adelante. La prudencia científica los llevó a escribir esa frase, dado que hacía falta más experimentos que confirmasen que todos los pacientes de Wuhan con neumonía tenían el coronavirus. Y, además sería necesario tomar una muestra de virus, inocularla en un animal sano, observar la misma neumonía y el mismo virus para que se cumplieran todos los postulados. Sin embargo, en ese momento no se disponía de animales de experimentación como para llevar a cabo dichos estudios.

En cambio, todos estos experimentos sí se han llevado a cabo en hámsters más adelante. En este artículo podemos leer lo siguiente: “Se han satisfecho todos los postulados de Koch, reproduciéndose los cambios clínicos y patológicos tras la infección con el virus y recogida de muestra viral“. Pero no sólo eso, sino que hay cientos de artículos donde se ha aislado, purificado y secuenciado el virus, por todo el mundo. Incluso se han construido copias sintéticas del virus a partir del genoma. Por lo tanto, pese a que los primeros estudios al respecto no pudieran comprobar los postulados, actualmente no existe duda científica alguna de que el virus existe y cumple los postulados de Koch.

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Sin embargo, hay quien afirma que el virus no cumple dichos postulados por la existencia de los asintomáticos, es decir, gente sana que sí tiene el virus. Esto iría en contra del primer postulado, que afirma que el patógeno sólo puede encontrarse en los enfermos, nunca en los sanos. Uno podría pensar que, si el sano y el enfermo dan positivo es porque los tests fallan, pero la realidad es que la técnica de PCR tiene un altísimo porcentaje de acierto (entre un 91% y 98%). Otra explicación sería que el origen de la enfermedad no es el virus. Esta controversia también se ha utilizado para poner en duda la existencia del SARS-CoV-2. Las claves son la carga viral, así como ciertas características de la persona infectada, como la edad y patologías previas.

Los asintomáticos dan positivo al test PCR, al igual que los enfermos, porque este test no cuantifica la cantidad de virus dentro del organismo. Para eso se utilizan otras técnicas cuantitativas. ¿Significa esto que el primer postulado es falso? No. Robert Koch, en el siglo XIX, no podía encontrar restos de microorganismo en pacientes si los niveles de infección eran muy bajos porque no disponía de las técnicas de Biología Molecular como para ello. Y elaboró sus postulados en base a eso.

Hoy en día, sabemos que convivimos con múltiples patógenos en nuestro organismo sin sufrir la enfermedad que producen. Se denominan patógenos oportunistas, dado que aprovechan una bajada de nuestro sistema inmunitario para extenderse y originar una enfermedad. Por ejemplo, estando sanos, podríamos hacernos un test PCR para detectar al hongo Candida albicans y dar positivo, pero no por ello sufrimos una candidiasis. Detectar la presencia de un microorganismo patógeno no es sinónimo de que se produzca la enfermedad. Y, de forma recíproca, la ausencia de enfermedad no implica la ausencia del microorganismo.

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