¿Cómo se almacenan los recuerdos en el cerebro?

24/12/2021

¿Cómo se almacenan los recuerdos en el cerebro?

24 de diciembre de 2021

¿Dónde se guardan los recuerdos en el cerebro? ¿Qué hace el cerebro para que podamos recordar cosas? La respuesta a estas preguntas fue un misterio durante décadas hasta los trabajos de Eric Kandel con una babosa marina, la Aplysia, y por los que recibió el premio Nobel en el año 2000. A esos trabajos le siguieron un sinnúmero de investigaciones, gracias a las cuales nuestro conocimiento actual es bastante completo.

Cada vez que vemos o experimentamos algo, se activan multitud de neuronas interconectadas formando una red o circuito. Para que esa experiencia se guarde como recuerdo, lo único que necesitamos es que las conexiones entre las neuronas que componen esa red se refuercen, de manera que cuando algo (un indicio, una pista) nos active una parte de ese circuito, el resto de este se active también, y de forma inmediata.

¿En qué consiste que se refuercen las conexiones? Aquí hay múltiples opciones. Por ejemplo, que se aumente el número de lugares por los que las células liberan el neurotransmisor, esa sustancia química con la que se comunican las neuronas. O bien, que aumente el número de receptores para ese neurotransmisor. También puede aumentar el número de conexiones entre esas mismas neuronas, aumentando las ramificaciones de los axones (por cuyo final se libera el neurotransmisor) o de dendritas (las ramificaciones por las que se recibe el neurotransmisor). Por lo general, todos estos cambios y algunos más suceden simultáneamente.

Estos cambios en la estructura del cerebro ocurren por un curioso mecanismo: la activación repetida de la actividad de ese circuito que constituirá un recuerdo. Esto acaba por provocar que se expresen genes que facilitan esos cambios físicos de nuestro cerebro. Muchos dirán: ‘¡pero si yo no necesito activar repetidamente una experiencia para recordarla!’ No se preocupe, ya lo hace por usted el hipocampo. Y sin que seamos conscientes de ello, ya que el hipocampo puede estar repasando los circuitos que componen nuestros recuerdos durante meses o años.

Lo interesante del hipocampo es que está muy bien conectado con las estructuras más emocionales del cerebro, de manera que lo que repasará (lo que recordaremos) será preferentemente aquello que contenga un tono emocional, que nos resulte importante. Por eso no recuerdo lo que cené anteayer pero sí mis vacaciones de hace dos años. Si algo no tiene tono emocional sólo nos queda una opción, que es la que solemos usar para estudiar los exámenes: repetir nosotros mismos, voluntariamente, una y otra vez, aquello que necesitaremos recordar.

Artículo escrito por el doctor en Psicobiología Manuel Martín-Loeches para EDUCAINA. El doctor Martín-Loeches es catedrático en la Universidad Complutense de Madrid. Además, realiza labor divulgativa en radio, televisión y redes sociales

Ir a Arriba